Construyendo futuro

“Soy el primer universitario de mi familia y el primer arquitecto de mi barrio”

Hoy la FADU siente un gran orgullo al brindar igualdad de condiciones educativas y abrir nuevas posibilidades a jóvenes generaciones de estudiantes que sueñan con una carrera profesional como César Sanabria; flamante egresado de la carrera de Arquitectura.

De familia e infancia humilde en su adolescencia comenzó a trabajar como albañil ayudando a su padre; quien falleció cuando él era muy chico. Vive hace más de treinta años en el barrio 31 ubicado en la zona de Retiro de la Capital Federal. El barrio 31 lo define como su casa y recuerda que de niño deseaba irse de allí. Hoy el sentimiento es otro. Siente pertenencia y tiene una meta; transmitir su experiencia educativa y conocimientos como llave para mejorar la calidad de vida en los barrios vulnerables.

Vivió varios años en la portería de un edificio en Palermo donde trabajaba su padre Ofelio. En la década del 80 lo ayudó a construir la vivienda familiar; sin piso, ni baño ni cocina con ladrillos, cartón y chapa. Allí vivió y creció junto a su madre Ramona (62) y su hermana Miriam (33). Cursó sus estudios primarios y secundarios. Y cuando su padre falleció, con sólo 16 años, comenzó a tener trabajos informales para ayudar a su familia.

“Mi viejo fue quien me metió en el mundo de la construcción. Ahí nació mi amor por el diseño que no solo me dio conocimiento sino una salida laboral. Mi madre trabaja como empleada doméstica y su ayuda económica hizo que yo no necesite trabajar en los momentos más ásperos de la carrera”.

La educación como ventana y puente

Siempre tuvo la idea de superarse y el deseo de estudiar como puerta a nuevas posibilidades. Con mucho esfuerzo lo logró y empezó la carrera de Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires en 2012 cuando ingresó a la FADU. Luego de muchos años de esfuerzo, y aún en pandemia Covid, en el mes de mayo de este año rindió por streaming la última materia de la carrera; Dirección y Legislación de Obra. Hoy el sueño del título de arquitecto es un logro.

De su paso por la facultad valora el haber encontrado en ella la diversidad de compañeros y compañeras provenientes de diferentes clases económicas y sociales y la dedicación de cada una de las cátedras y sus docentes.

“En nuestra facultad hay mucha solidaridad y uno siente la necesidad de retribuir y agradecer toda esa contención que uno recibe de la universidad pública. Para mí la Universidad de Buenos Aires es un orgullo”.

Y en su caso personal confiesa que principalmente el apoyo familiar en lo económico y en lo sentimental fue fundamental y que en algunos momentos tuvo que recurrir al reciclaje de materiales y re utilizar cartones o varillas. “También me ayudaron las Becas de ayuda económica que se gestionan a través del Centro de estudiantes o los cursos gratuitos de formación que se dan a través de la Secretaría de Extensión y Bienestar Estudiantil. Recuerdo que en el de autocad conocí al docente con el que hoy comparto clase como docente en la Cátedra Ex Gaite- D Andrea-Gomez Diz”.

Su camino estuvo opacado por miedos o algunos “bochazos”, que intensificaron frustraciones, y enriquecido por la incorporación de nuevos aprendizajes que lo empujaron y ayudaron a continuar con sus esfuerzos y no bajar los brazos.

Equipo docente. Arquitectura 1 | Cátedra ex Gaite – Dandrea – Gomez Diz

¿En esos contextos qué es y fue la FADU para vos?

Es mi segunda familia, es mi lugar en el mundo. Yo amo el diseño y en la FADU está el mundo del diseño. Sin dejar de lado las otras universidades privadas y públicas, creo que por aquí pasa una cantidad enorme de producción de diseño de Buenos Aires. No solo de arquitectura, sino de indumentaria, gráfica o audiovisual.

 

¿Y si tuvieras que definir qué representa la universidad pública como espacio de formación e integración?

Para mi significa todo. Porque le da la posibilidad de capacitación gratuita en educación superior a miles de personas. Y más allá de algunas cuestiones políticas siempre en la FADU se siente el esfuerzo de la institución, de sus directivos y docentes, que cobran o no sueldos dignos, y le transmiten a cada estudiante su amor por la educación y por la universidad pública. Y se que el país se saca adelante con una ciudadanía con potencial educativo y sobre todo que tenga ganas de trabajar. Recuerdo las correcciones de jefes de cátedra o ayudantes hasta la 1am, esa dedicación y esfuerzo es invaluable.

“Tengo varios referentes pero el primero que quiero nombrar es Alejandro Aravena. Un arquitecto chileno que fue ganador del Premio Pritzker (2016) porque tiene una mirada social muy importante en sus trabajos. Incluso iba a realizar en Buenos Aires un edificio puente para conectar el Barrio 31 con el barrio de Recoleta y la sede de la Facultad de Derecho UBA. Y Zaha Hadid, la arquitecta anglo-iraquí, de quien admiro no solo su mirada contemporánea sino el movimiento en cada una de sus obras.”

Zaha Hadid

Alejandro Aravena

Compromiso con su generación y contexto

César comparte su deseo de transformar su barrio, no solo para ayudar a sus vecinos sino para transmitir su experiencia a otras personas que viven en situaciones similares. Las problemáticas del barrio 31 se repiten en muchos barrios vulnerables no sólo de la Ciudad de Buenos Aires sino del resto del país. Sus necesidades y urgencias cotidianas, potenciadas en este difícil contexto pandémico, siguen siendo el hacinamiento, la falta de cloacas o los sistemas de electricidad o agua potable.

“Yo me siento orgulloso de mi barrio. Hoy se está haciendo una transformación urbana muy importante en barrios como la 31, 21, 24 y la 1 11 14. Y me gustaría poder participar con mi mirada como vecino y profesional (ahora con conocimientos y herramientas técnicas) o como parte de un equipo de FADU, en la articulación entre Ciudad y Nación para mejorar la urbanización y aportar en la calidad de vida de mis vecinos. Creo que hay mucho por hacer, contribuir y replicar en los 4400 mil asentamientos y villas de emergencia que tiene el país y la magnitud que este índice representa como problemática de acceso a la vivienda que tenemos”.

Viaje de estudio. Arq 1 Cátedra Linder Iribarne. Año 2012. Mar del plata  | Arquitectura 1 | Compañeros 1er año. Viaje de estudio en Mar del Plata

También reconoce que las familias del barrio con hijos jóvenes no suelen priorizar la educación profesional porque tienen que hacerse cargo de su familia a muy temprana edad, pero entiende la importancia de la educación como herramienta para contrarrestar situaciones como exceso de ocio o delincuencia. En el barrio hay algunos abogados, enfermeros y médicos. Siente que la educación que recibió le dio nuevas herramientas y posibilidades no sólo para transformar a ese entorno sino para aprender a no bajar los brazos.

“Por un lado, me gustaría poder motivarlos a que no abandonen sus estudios y hasta sueño en generar un espacio en el barrio que funcione como orientación educativa superior como CBC o una escuela técnica UBA como la tiene Soldati. Y por otro lado, como yo lidero un proyecto que se llama Nütram (que en lengua Mapuche significa hogar), que busca nuclear a jóvenes estudiantes universitarios del área de la arquitectura y del diseño con el Estado para articular propuestas para barrios vulnerables, si funciona bien mi deseo es extenderlo a otras áreas y profesiones”.

Desde nuestra FADU, también nuestra casa, seguiremos trabajando para que nuestra universidad pública, gratuita y de calidad promueva oportunidades para muchas más personas como César.