Frente a la contaminación ambiental

Un equipo pluridisciplinar y colaborativo de investigadores de la Universidad de Sheffield (Inglaterra) y de la Universidad de Buenos Aires (UBA FADU) desde 2017 lleva adelante el Proyecto Breathe – Respirar para la realización de infraestructuras verdes con el objetivo de mejorar la calidad del aire y el bienestar y reducir la contaminación atmosférica en zonas urbanas y periurbanas de ciudades globalizadas.

En contextos y latitudes diferentes, pero claramente en tiempos de emergencia climática, el proyecto Breathe-Respirar Project (BRP) hoy tiene la misión de realizar cercos verdes en escuelas de las ciudades de Sheffield (South Yorkshire) y de Buenos Aires (espacios educativos públicos) para explorar cómo esta infraestructura basada en naturaleza fitorremediadora mejora el aire que respiramos.

En Buenos Aires la Ingeniera Agrónoma Verónica Fabio (UBA) lidera un extenso equipo interdisciplinario junto a la Dra. Arquitecta Marta Mirás (UBA) desde la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires. Mientras que el equipo de la Universidad de Sheffield está dirigido por la jefa de paisaje, Anna Jorgensen, e incluye al Dr. Miguel Kanai y la Dra. Janice Astbury, del Departamento de Geografía. Así ambos equipos de forma colaborativa exploran soluciones para mejorar la calidad del aire, reducir la contaminación ambiental, auditiva, visual y, como beneficio colateral y no menor, lograr vincular a las personas en el desarrollo de un entorno inclusivo basado en prácticas sustentables relacionadas con la naturaleza.

Raíz del proyecto

El enfoque multidisciplinar aúna la disciplina del paisaje, que proporciona su experiencia sobre la selección de plantas y especies óptimas y el diseño para la integración de la naturaleza al entorno existente, con el área social, que este desempeña un papel clave al involucrar a las personas con la naturaleza y al acceso de oportunidades para un nuevo modo de vida.

El proyecto que implica la colocación de cercos verdes para combatir el desgaste planetario provocado por la contaminación ambiental, el agotamiento de recursos naturales o una urbanización sin control, tiene un pilar central que es limpiar el aire para mejorar los espacios y garantizar el bienestar social.

Proyecto Breathe / Respirar en ambas universidades se divide en tres proyectos:


BREATHE, financiado por el Grantham Center for Sustainable Futures, involucra a maestros, familias y niños en el diseño e implementación de muros y cercas vivientes (plantas y flores) alrededor de los patios de las escuelas.


Breathe Deep, financiado por la Universidad de Sheffield a través del Global Challenge Research Fund, incentiva y brinda habilidades a pequeños productores hortícolas de áreas periurbanas desfavorecidas de Buenos Aires en la construcción de vallas verdes para diversificar su trabajo al servicio de una emergente necesidad en la región.


Breathing Infrastructures, financiado por la British Academy, implementa Urban Living Labs como una suerte de espacio laboratorio a escala en el mundo real para demostrar la eficacia de las barreras verdes.


¿Estos proyectos pueden influir en la práctica de la infraestructura verde a una escala más amplia? “este tipo de proyectos, que abordan la microescala, se pueden percibir como implementables en el corto plazo y sin necesidad de grandes sumas de dinero o con objetivos que pueden percibirse como inalcanzables. Habiendo incorporado la educación ambiental en las escuelas como otro pilar del programa, estamos apoyando indirectamente la formación de los niños y la incrustación o compromiso ambiental en las próximas generaciones. Trabajar con comunidades y organizaciones es primordial para extender la vida del proyecto. Al asegurar que la comunidad educativa, la sociedad civil y especialmente los niños puedan involucrarse desde el primer momento, habrá más posibilidades de que el proyecto trascienda el contexto académico, y ser apropiado y multiplicado por la propia comunidad” afirmó Fabio.

 

 

Elegir el lugar para la intervenir con infraestructura verde

En el caso local la intervención paisajística desde el comienzo estuvo dirigida a implementarse en escuelas de gestión estatal de la Ciudad de Buenos Aires. Puntualmente, la escuela primaria seleccionada fue la Nº 3 del Distrito Escolar Nº 11, Ángela Medone de Caviglia (ubicada en la calle Mariano Acosta 45). Esta selección y el acompañamiento del proyecto fue realizado junto al Ministerio de Educación del GCBA a través de los Programas Escuelas Verdes y Ministerio Sustentable, que ya venían trabajando junto a la institución en el desarrollo de proyectos de educación ambiental.

Las investigadoras de la FADU, Verónica Fabio y Marta Miras, aclaran que previamente visitaron 12 escuelas, sin embargo, ninguna cumplía con las condiciones esenciales para realizar el proyecto. Y amplian que “las primeras escuelas visitadas surgieron de la investigación llevada a cabo por la ONG GREENPEACE, junto a los investigadores del Instituto INQUIMAE de la Facultad de Ciencias Exactas (UBA). Los mayores inconvenientes encontrados fueron que, a pesar de que las escuelas presentaban los mayores valores de contaminantes ambientales tales como las PM 10 – PM 2, 5 y NO2, los patios de juegos de las mismas no se ubicaban en las áreas más cercanas a la contaminación atmosférica.

Previa las acciones de colocación de infraestructura verde, que puedan condicionar la eficiencia de la barrera verde y aumentar las concentraciones de contaminantes en el interior de las galerías, el relevamiento del entorno construido fue clave para determinar la cantidad y calidad de especies verdes existentes, la relación con el arbolado urbano y el suelo, la actividad de sus calles, los edificios linderos y sus alturas y otros condicionamientos proyectuales y ambientales.

El relevamiento atmosférico, y la medición de la contaminación existente, también fue clave al realizarlo con instrumental aportado por la Universidad de Sheffield: Particulate Sensor Aeroqual: PM10 / PM2,5; Portable Gas Monitor & Data Logger: series. Para el análisis de elementos pautados a investigar como (PM10, PM2,5 y NO2) se tuvieron en cuenta valores mínimos, máximos y promedio. Las mediciones consecutivas en la escuela seleccionada las realiza una vez por semana la estudiante de grado, Anabella B. Pochon, para su tesis en el marco de la carrera de Ciencias Ambientales de la Facultad de Agronomía (UBA) y la ingenieria ambiental María R. Bermúdez, quien además es becaria local para su tesis doctoral para la Universidad de Sheffield.

El relevamiento socio cultural, a partir del análisis de su historia, composición grupal y expectativas: ayudó a conocer rasgos de identidad social/ barrial. Que permitieron generar consensos en relación a la intervención de la infraestructura verde y un fuerte involucramiento de la comunidad vecinal y compromiso de las autoridades gubernamentales.

El compromiso social para generar y mantener estas acciones en el caso argentino se dio con la realización de dos ciclos de siete encuentros como los “Talleres de Exploraciones Respirar Profundo”, en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en 2019, donde se capacitó a cooperativas hortícolas. Y se generaron propuestas para incorporar los saberes adquiridos sobre soportes, materiales y plantas para pantallas y cercos verdes en la producciones de sus propias cooperativas de trabajo. El compromiso financiero fue de la misma Universidad de Sheffield y otros organismos vinculados a la investigación del Reino Unido. Y el compromiso político, dentro de la esfera del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue a través de la Dirección General de Antropología Urbana de la Subsecretaría de Proyectos en el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, a cargo del Lic. en Antropología Anibal Del Olmo.

El compromiso académico, en este caso, funciona no sólo como redes de intercambio entre distintos actores sino como apropiación del proyecto para hacer crecer las propias metas, desafíos y estrategias. Y en esta línea, con el objetivo de construir una red Latinoamericana de infraestructura verde para la urbanización sostenible, se realizó el “Encuentro Internacional de Infraestructuras Verdes en las Ciudades” con el auspicio de la Universidad de Sheffield y del Centro de Investigación Hábitat y Energía de la UBA/ FADU. En el ámbito de la carrera de Planificación y Diseño del Paisaje de la FADU implicó enmarcar los trabajos prácticos de la materia Vegetación 2 (Cátedra Fabio), a través del análisis, diseño y dirección de obra, y construir la primera escuela “Respirar” en Buenos Aires. O también, en el marco de las pasantías con crédito académico SI FADU, el continuo intercambio con 52 estudiantes de las carreras de Arquitectura, Paisaje, Diseño de Imagen y Sonido, Gráfico e Industrial enriquece las miradas y perspectivas sobre el proyecto.