La comunicación, investigación y diseño son áreas intrínsecas de la FADU, así el colectivo interdisciplinario de El Gato y La Caja no podía faltar en la la 4º Bienal Nacional de Diseño UBA. Dos de sus referentes Ezequiel Calvo y Juan Manuel Garrido nos impactaron con su charla.

Sencillamente, en confianza y como si fuera natural Juanma explica que hacen comunicación, ciencia y diseño porque es útil y agradable. Aclara que la ciencia permite tener computadoras, autos, vacunarnos, vivir más años y mejor; y aclara que es agradable porque permite maravillarnos del mundo que nos rodea, como una forma de escape.

“Hacer y comunicar ciencia es importante para cambiarle la vida a las personas, y es urgente porque vivimos en un mundo rodeado de información. Por eso queremos mostrar la ciencia como una herramienta, un como” afirmó con convicción Juanma Garrido.

El equipo de ciencia colectiva El Gato y Caja, mezclan ciencia y diseño tratando de que sean parte de una conversación, como una perspectiva y no como un producto con puntos finales. En sus propios espacios confiesan que en “tres años y tres libros llevamos intentado definir qué somos y qué hacemos. En algún punto, entendimos que las definiciones no iban a ser ni verdaderas ni falsas, sino que a lo sumo iban a ser transitoriamente útiles o inútiles. Comprendimos que, como todos, somos lo que hacemos”.

Garrido, uno de sus fundadores, es Diseñador Gráfico y resalta que el diseño es comunicación. Le gusta aclarar a su público que usan imágenes para comunicar ciencia, porque comunicar ideas abstractas es difícil. Afirma que sin imágenes es complicado hacerse de esos conceptos “es más fácil hablar de meritocracia con un playmovil”.

Las imágenes fundamentalmente le brindan íconos a la ciencia. Cuando Ezequiel Calvo comenzó el proyecto acerca de la tabla periódica rememoró su infancia “para mí de niño la tabla periódica significaba ciencia, y se me ocurrió la idea de contar historias. Ya que hay 118 elementos lograríamos los posters tipográficos, pero yo no lo iba a escribir, sino que íbamos a invitar a 118 personas para que contarán cada uno una historia de cada elemento”.

Así nació “Hay Tabla” un proyecto, donde tomando la tabla periódica, le asignaron a científicos, lingüistas, sociólogos, historiadores, a personas que no tienen formación universitaria cada uno de sus elementos, para que se animen a contar una historia, con 500 palabras para confeccionar un libro y su versión online. Los textos de la tabla fueron escritos por personas de todo el mundo. Así la tabla encierra la historia de todas las personas. Separaron la tabla en metales y no metales, después está clasificada por series de agrupaciones de elementos que se parecen mucho. Ahí empezaron a jugar con los elementos tipográficos, todo tenía que ser funcional. Necesitaban transmitir los conceptos de alguna forma.

Para ambos integrantes hacer la tabla es hacer ciencia desde el diseño y buscaron la manera de que cada persona cuando lea el libro pueda armar su propia tabla. Por ejemplo, si quieren saber qué elementos están relacionados con traiciones puedan ir directamente a esa parte. Cada persona puede hacer una lectura única de la tabla. “La ciencia nos da herramientas para hacer, para medir, comprender y repetir”, concluyó Calvo.